FLOTAS: EL PODER OCULTO DE UNA BUENA LUBRICACIÓN PARA PROMOVER LA REDUCCIÓN DE COSTOS

Si bien se trata de un mantenimiento inevitable dentro de la flota, hay que entenderla como una inversión estratégica que incide directa y proporcionalmente en la eficiencia y la reducción de fallas mecánicas. Por eso, es importante cumplir con los plazos y estándares establecidos.

Existen diversas estrategias que permiten optimizar este proceso y, en consecuencia, minimizar su impacto económico. La marca de lubricantes MobilTM, desde su experiencia de más de 150 años en el mercado, detalla las principales consideraciones a tener en cuenta por los dueños de las flotas.

En primera instancia, seleccionar la alternativa de lubricación adecuada para cada componente tiene una incidencia significativa en el rendimiento de los equipos, contribuyendo a un mantenimiento eficiente, a la prolongación de la vida útil de los activos, evitando reemplazos prematuros, y también influyendo directamente en los tiempos de recambio y, por consiguiente, en los costos totales de mantenimiento.

Los distintos métodos de lubricación pueden ser con aceite o con grasa. En este caso, se ahondará en las grasas, que es una de las más básicas, pero menos exploradas. Una grasa lubricante se puede definir como un material sólido a semisólido, que se compone de aceite base (que es lo que proporciona la lubricación), espesantes (que le da consistencia) y aditivos (que le añaden propiedades para alcanzar una mejor performance).

Se utilizan grasas lubricantes en aquellos casos donde no es posible contar con un cárter o depósito que contenga aceite. Debido a su composición, las grasas son más espesas o viscosas, menos fluidas y más adherentes. De esta manera, tienen la particularidad de adherirse a las superficies y permanecer por más tiempo (incluso cuando se aplica en posiciones verticales) permaneciendo donde sea necesario en las piezas lubricadas.

En segunda instancia, la clave no reside únicamente en la elección del tipo de lubricación, sino también en la correcta selección de los productos según las necesidades específicas de cada componente. Las tecnologías de lubricantes, tanto de las grasas como de los aceites, evolucionan constantemente en línea con los avances en el diseño y funcionamiento de los equipos. Por esta razón, no todas las soluciones de lubricación son iguales ni efectivas.

La grasa correcta maximiza el rendimiento del vehículo, reduce el desgaste y la corrosión, y aumenta los intervalos de relubricación.

¿Cómo se define el tipo de lubricación?

Dependiendo de los vehículos, la grasa suele ser recomendada para distintos componentes. En el caso de los camiones, algunos de ellos son:

●        Rodamientos de rueda: las grasas para rodamientos de rueda deberán tener las siguientes características:

●        Aceite base de viscosidad media (entre ISO VG 150 y 220)

●        Soportar el funcionamiento a altas temperaturas

●        Garantizar la protección contra el desgaste en condiciones severas (aditivo EP)

●        Alta resistencia a la oxidación

●        Alta estabilidad mecánica

●        Proporcionar protección contra el óxido y la corrosión

●          Eje cardan – que conecta la caja de cambios al diferencial: las grasas utilizadas para lubrificación de la junta universal o cardan, debe tener las mismas propiedades que las grasas multipropósitos utilizadas en cubos de ruedas.

●          Chasis: una grasa de buena calidad es esencial para garantizar la disponibilidad del vehículo y una larga vida útil.

Dentro de todas las funcionalidades de una grasa, se puede destacar:

▪          Reducción de la fricción y el desgaste en diversas condiciones de funcionamiento

▪          Protección contra el óxido y la corrosión

▪          Evitar que el polvo, el agua y otros contaminantes penetren en las piezas lubricadas

▪          Permiten el libre movimiento de las piezas móviles a bajas temperaturas y se pueden bombear fácilmente a estas temperaturas

▪          Ser compatible con sellos de elastómero y otros materiales acoplados a las piezas que se lubrican

En definitiva, elegir una grasa adecuada es crucial para maximizar y optimizar el rendimiento, la productividad y lo que contribuye a la reducción de costos de las flotas.

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